Siempre he envidiado el arraigo que los profesionistas Americanos (Estadounidenses) sienten por su Universidad/Colegio donde estudiaron.  En cada oportunidad que se les presenta, nombran con orgullo a su alma máter y buscan poner el nombre de la institución en como una especie de embajadores de la misma.

Hace poco, el 21 de mayo para ser exactos, me sucedió algo curioso en la oficina donde laboraba. Resolví un problema que al final del día me hizo sentir satisfecho conmigo mismo y valioso para la empresa y mis compañeros. Lo curioso del caso es que a pesar de sentirme así, no podía dejar de pensar que lo que había realizado lo logré en gran parte gracias a un aprendizaje que obtuve en la secundaria.

Estaba feliz y quería compartir mi felicidad. Hubiera sido muy egoísta de mi parte no compartirla con las personas que lograron que en ese momento me sintiera tan bien. Así que decidí enviarle un correo a la entonces y hoy directora de la institución para agradecerle y contarle mi experiencia.

Hoy haciendo una limpia me topé con ese correo. Creo que la dirección a la que lo mandé ya no está en uso o simplemente se fue al correo no deseado y nunca le llegó a la persona que esperaba. Igual y si le llegó y no le dio importancia, no puedo saberlo pero no creo ese fuera el caso.

Les comparto la carta que le escribí a la directora Lety para dos cosas:

1. Esperando que por este medio de alguna forma logre llegar a alguien de la institución a quien pueda hacerle sentir aunque sea un poco de la satisfacción que sentí ese día.
2. Para que viajen en el tiempo y se acuerden de sus instituciones y maestros, desde el kínder hasta la universidad. Seguramente habrá uno o más de uno por ahí, que te dejó un aprendizaje bien marcado que has utilizado o que sabes en algún momento utilizarás. Háblales, comunícate con ellos y simplemente dales las gracias. En edades tempranas no apreciamos lo valioso que muchos de ellos (instituciones y maestros) pueden llegar a ser en nuestras vidas futuras. Así que de manera de reconocimiento hazlo. Te aseguro que eso los llenará de felicidad, de energía y valdrá mil veces más que cualquier título y reconocimiento que un papel les pueda otorgar.

Saludos,

CA3